El 'Campeones' de Bollywood cambia las reglas del cine: "YouTube puede llegar a la gente sin que se suscriba a un servicio específico"

Corría 2018 cuando un grupo de diez personas con zapatillas deportivas y discapacidad intelectual cautivó las pantallas de toda España. Campeones, la película dirigida por Javier Fesser, narraba la historia del peor equipo de baloncesto de España y su redención.
Fue la película en español más taquillera del año, recaudando entre 19,1 y 19,3 millones de euros; y su éxito se tradujo en tres premios Goya (incluyendo Mejor Película, Mejor Actor Revelación para Jesús Vidal y Mejor Canción Original). Conmover, conmovió; y ahora, esa misma historia se cuenta desde Bollywood. Misma trama, mismo concepto, personajes casi idénticos, pero en un contexto totalmente distinto.
Desde su Bombai natal, Aamir Khan, actor protagonista y productor de la adaptación bollywoodiana, explica cómo Campeones, su versión original, se le presentó como una oportunidad para sensibilizar a la audiencia india. Desde el momento en el que la película cayó en sus manos, la visualizó como un "vehículo mediante el que los espectadores puedan beneficiarse de una historia que promueve la empatía, reduce el prejuicio y alienta la inclusión desde el corazón".
Sitaare Zameen Par, dirigida por R.S. Prasanna, superó los 25 millones de euros de recaudación global y ahora se dispone a hacer lo que nunca antes había osado un éxito de taquilla. La película llegó al público indio en junio y, el 1 de agosto, aterrizó en YouTube sin pasar por el peaje habitual de cualquier estreno: el streaming. La película está disponible con subtítulos en diez idiomas -entre ellos español, inglés, francés, alemán y portugués-, además de versiones dobladas para mercados clave. Con esta jugada, Khan se convierte en la primera gran estrella del cine indio en estrenar una superproducción directamente en YouTube con alcance internacional.
"Como persona creativa, siempre he querido que mi audiencia experimente mis películas primero en la gran pantalla, así que eso es lo que hice", cuenta. Lo lógico sería que el siguiente paso tras la gran pantalla hubiese sido el streaming, pero para Khan no era una opción. En la India, los suscriptores de televisión a la carta representan una fracción muy pequeña de la población. La gran preocupación de Khan siempre había sido que, en su país, los mayores éxitos taquilleros tan solo alcanzan un dos o tres por ciento de la población. "Principalmente porque la India tiene muy pocas pantallas de cine -unas 5.000 para películas hindi", cuenta el productor. En comparación, Estados Unidos -con apenas un tercio de la población de la India- cuenta con 35.000 pantallas, y China, con una población similar a la india, dispone de unas 90.000. "Mientras tanto, muchos distritos en la India no tienen ni una sola sala de cine", lamenta.
La solución tiene dos velocidades, opina Khan. A largo plazo se tendrán que construir más salas de cine, pero ese es un proceso lento. Así que el productor optó por la vía que le permitiese conseguir que las películas sean accesibles para todos. Hizo lo que tenía que hacer, buscar alternativas: "Hace unos 15 años empecé a pensar modelos de distribución alternos. Lo que nos permite YouTube es alcanzar a millones de personas sin la necesidad de que se suscriban a un servicio específico. Es una forma de resolver el reto de cómo llegar a las audiencias que no tienen acceso a las salas de cine".
Khan se mantiene firme en su decisión, pero afirma que no tiene nada en contra de los servicios de streaming. Aun así, "estrenar una película en una plataforma de suscripción tan sólo 4 u 8 semanas después de sacarla en cines no es sano". Para Khan esta ventana tendría que ser mucho más amplia: "De hecho, en todo el mundo la norma debería ser: primero cines, luego pago por visionado y, más adelante, suscripción". La práctica tradicional pone en jaque el modelo de distribución y amenaza con dañar la industria, cree.
Lo que para Khan debería ser el segundo paso tras un estreno en salas -el pago por visionado- había sido hasta ahora impensable en la India: "Era algo que quería crear. Sigo creyendo que las plataformas tienen su rol, pero la ventana de estreno para suscripción es demasiado corta".
Su condición era una: la película no estaría disponible bajo suscripción hasta pasados los seis meses tras su estreno en cines. "Eso no sentó bien a los distribuidores. Así que me salté ese paso, fui directamente al pago por visionado. Ese es el modelo que me funciona a mí".
Este paso no llega sin sus trabas y dificultades. "Se siente como si nuestro barco estuviera navegando en aguas desconocidas", confiesa el productor. Uno de los mayores retos con los que se topó fue la reputación ya establecida de YouTube como plataforma gratuita. Los usuarios no están acostumbrados a pagar por su contenido y, si lo harían o no con Sitaare Zameen Par no dejaba de ser un misterio. Pero la filosofía del productor es sencilla: "Mi trabajo es hacer que la película esté disponible para todo el mundo. Luego, si quieren o no quieren verla, es cosa suya". A lo que añade: "Como storyteller, es mi responsabilidad asegurarme de que mi trabajo sea accesible para la mayor cantidad de personas posible".
Así que YouTube, la plataforma de contenido independiente por antonomasia, podría estar a una zancada de reinventarse como hogar del cine premium. "Honestamente, creo que va en esa dirección. Aunque empezó como plataforma de contenido generado por usuarios, ha crecido tanto que no hay razón por la que no pueda hospedar otro tipo de experiencias". Para él, es simplemente cuestión de democratizar el contenido.
Es una apuesta arriesgada, pero Aamir Khan mantiene una visión positiva: "Estoy feliz con cómo la película ha sido recibida". Para él no deja de ser un comienzo: "Es el principio de un viaje bastante exploratorio. Creo, sinceramente, que tiene grandes posibilidades y muchísimo potencial. Hay mucho que aprender, pero también mucho margen de mejora".
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